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Merienda Escolar

La Organización Mundial de la Salud define la nutrición como «la ingesta de alimentos en relación con las necesidades dietéticas del organismo». Las bases de una buena nutrición, que supone consumir una dieta suficiente y equilibrada, combinada con el ejercicio físico regular, constituyen los pilares fundamentales para disfrutar de una buena salud.

La educación como medida de prevención se constituye así como un elemento fundamental, pues de ese modo se trata de inculcar en la población, y especialmente en niños y adolescentes, los conocimientos básicos para entender que la forma en que nos alimentamos tiene consecuencias muy importantes sobre la salud.

Los hábitos alimentarios saludables y la práctica de actividad física de forma regular son la base de esos conocimientos. Y hay que tener en cuenta que, según diferentes investigaciones, el nivel educativo de la población, y más en concreto de los progenitores, es un factor de clara influencia sobre el exceso de peso infantil y juvenil. Aportar una alimentación rica y variada como la que se ofrece en los menús tradicionales de nuestro país, compartida siempre que sea posible en el ámbito familiar, es la clave para la prevención de numerosas enfermedades del adulto.


El desconocimiento y las ideas equivocadas que circulan sin control entre padres, maestros, docentes y en ocasiones entre profesionales sanitarios, pueden llevar a alterar la alimentación en una dirección equivocada, restringiendo, alimentos ricos en nutrientes o limitando ingestas de alimentos naturales y sustituirlos por productos ultraprocesados que tienen "buen marketing" . También la simplificación de los mensajes, buscando solo alimentos buenos o malos es otra debilidad que dificulta lograr una situación nutricional óptima.

El dar por hecho que la dieta media es correcta (variada, equilibrada) es otro problema que dificulta detectar errores y establecer pautas de mejora.

Otra amenaza es la evolución, desfavorable, que se ha ido produciendo en los hábitos alimentarios, con un descenso en el consumo de verduras y hortalizas, legumbres, cereales integrales, pescado y con aumento paulatino en el consumo de carnes y derivados, grasas y alimentos de alta densidad energética y baja calidad nutricional. Estos cambios condicionan diversos desequilibrios nutricionales, con alteración del perfil calórico de la dieta (excesiva ingesta de proteínas y grasa y escaso aporte de hidratos de carbono), exceso en el aporte de ácidos grasos saturados y sal. Con aporte insuficiente de fibra, ácidos grasos omega-3, folatos, vitamina D, calcio, hierro, selenio, zinc.


Las etapas preescolar y escolar resultan vitales para establecer los hábitos alimentarios adecuados, que serán la base de una buena situación nutricional y una promoción de la salud en etapas posteriores de la vida.

Durante la infancia, el niño está condicionado por las pautas de alimentación que se establecen en el entorno familiar, comedor escolar, mensajes de educadores y los recibidos a través de los medios de comunicación, por lo que los hábitos y mensajes correctos son una fortaleza para proteger el futuro nutricional y sanitario del niño.


La merienda escolar, por ser un tiempo de comida complementario del desayuno o la merienda, debe ser suficiente en nutrientes y escasa en energía. El objetivo de la ley 19.140 es proteger a niños y jóvenes contra el sobrepeso y la obesidad, promoviendo hábitos alimentarios saludables priorizando los alimentos naturales o con un mínimo grado de procesamiento y de adecuada calidad nutricional.

Te dejo link de la Ley 19.140.

file:///C:/Users/usuario1/Downloads/meriendas-modulo-2-ley-alimentacion-saludable%20(1).pdf


Teniendo en cuenta los hábitos alimentarios medios de la población infantil resulta deseable aumentar el consumo de cereales integrales y de grano completo, de verduras, hortalizas, frutas, pescados, huevos y lácteos, con reducción del consumo de carnes y derivados, sal y grasa saturada, con mejora del desayuno y organización horaria de las comidas, todo asociado a un aumento en la actividad física cotidiana. Conviene establecer un orden con 4-5 comidas/día, distribuyendo las calorías a ingerir entre el desayuno (20-25% del total), almuerzo (30-35%), merienda (15-20%) y cena (25%).

Todo esto es mas que sabido, el problema no esta en la información sino en la decisión que tomo con la información que tengo. Muchas veces los referentes de los niños y adolescentes refieren tener conocimientos amplios de alimentación saludable y esto es algo muy importante y positivo, pero no llega a concretarse en la rutina diaria por lo que se termina dilucidando la información y el aprendizaje queda en la acción de lo diario (decisiones por lo rápido, lo practico, lo mas fácil, lo que me saque de apuro, lo que me aseguro que coma) que refieren a conductas aprendidas, repetidas y conformistas.


Además de las recomendaciones de carácter general es deseable un control individualizado de la problemática nutricional de cada niño, en función de su nivel socioeconómico, actividad física, peso, resultados analíticos, datos sanitario. Para que cada uno tenga su estrategia de cuidar su salud acorde a las especificaciones individuales. Diversos estudios han destacado que los niños que recibieron una alimentación cuidada y mantuvieron un peso adecuado tuvieron, posteriormente, un riesgo inferior de padecer enfermedades cardiovasculares, metabólicas, obesidad, etc en comparación con los niños que tuvieron alimentación y control de peso menos adecuados.


La alimentación y pautas de actividad en la etapa preescolar y escolar son vitales para establecer las bases de la salud y control de peso en ese momento y en el futuro.

Las intervenciones dirigidas al fomento de la alimentación saludable en la escuela deben acompañarse de propuestas de alfabetización y participación alimentaria a las familias del alumno. Al día de hoy existe suficiente consenso en relación a la escasa efectividad de las medidas basadas en la educación sanitaria cuando se articulan de forma aislada, obteniendo mejores resultados al incorporar estrategias múltiples. De este modo, las bases de la eficacia de los programas de alfabetización alimentaria se encuentran en la participación de la familia, la escuela y la comunidad.


Partiendo del hecho de que el programa de alimentación escolar lo que hace es suministrar alimentos, es indiscutible su objetivo biológico: satisfacer parte de las necesidades nutritivas diarias (lo que también se constituye como un derecho) para saciar o evitar el hambre, biológicamente hablando, que a la vez es un factor importante para la atención en el aula y en el rendimiento escolar. El tiempo que los alumnos pasan en la escuela hace que ellos necesiten comer en su local de estudio.

Por último, hablamos que una vez que la merienda sirve para calmar el hambre del día, el estudiante consigue mejorar su atención en la sala de clases y el rendimiento escolar, aspecto éste que da a la merienda un objetivo educativo ,pues cuando los niños están con hambre es imposible que la educación y conocimientos que los maestros quieren transmitir sean consolidados. Además, la merienda por sí misma, cuando está bien concebida, es fuente de conocimientos sobre alimentación, nutrición, agricultura, cultura alimentaria, medio ambiente, ecología, tierra, etc.


Profundizando las relaciones de la merienda escolar con el hambre, la desnutrición y con el fracaso escolar, podemos decir que la alimentación escolar debe ser considerada como "una referencia ofrecida por la escuela para mantener al niño alimentado durante la jornada escolar diaria, independientemente de sus condiciones socioeconómicas, y no como instrumento para erradicar la desnutrición, el hambre y el fracaso escolar ".Esto significa que la alimentación escolar debe ser entendida como un programa volcado a la atención de los derechos del niño y del adolescente, que proporciona bienestar físico durante su período diario de asistencia a la escuela. La merienda puede mitigar el hambre del día (de cuatro horas) y, de esta forma, el niño podrá aprender más fácilmente (siempre dependiendo de la calidad de los alimentos ingeridos), pero esto no resolverá el aspecto relacionado con el fracaso escolar, ni debe constituir el objetivo de la alimentación escolar.

La concepción de la alimentación escolar como derecho es esencial para que el programa escolar pueda ser transformado, esta transformación debe contemplar el hecho que la merienda se basa en productos naturales y regionales.


El reconocimiento de la importancia social del Programa Nacional de Alimentación Escolar se basa en que las satisfactorias condiciones de salud y nutrición son requisitos esenciales para el rendimiento escolar, por lo que se constituye como una de las políticas sociales más relevantes, cuando colocamos el hecho de que para millones de niños la alimentación escolar es fundamental para ayudar a suplir sus necesidades proteicas y energéticas mínimas y muchas veces la única comida del niño durante el día. Se debe entender que la alimentación escolar es incapaz de resolver el problema de fracaso escolar, pero tiene gran importancia social, pues facilita el rendimiento escolar por su aporte a las necesidades nutricionales, hecho más considerado cuando se analiza el tiempo que el niño permanece en la escuela y la importancia de la distribución de los alimentos en el día.


Te propongo educar el paladar apostar a sabores nuevos, texturas diferentes, de forma que termines renunciando a los alimentos perjudiciales que tanto nos cuesta eliminar de la dieta.

Te dejo link de recetario elaborado por el MSP, área de Nutrición y Administración Nacional de Educación Pública donde encontraras opciones, variadas y con alimentos naturales.

file:///C:/Users/usuario1/Downloads/meriendas-modulo-4-recetas-saludables.pdf


Magaly Burgues

Licenciada en Nutrición, Posgrado en Nut. Infantil


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